jueves, 16 de diciembre de 2010

Proyecto Fuente

            Fons Liber Mundi            
     Memoria descriptiva de fuente pública

 Como se aprecia en la imagen infográfica del monumento, el proyecto consta de un embalse de poca profundidad, nutrido de agua mediante una fuente espiraloidea y una isla cercada por un muro de piedras toscamente talladas. En el centro del islote aparecen cinco columnas dispuestas en tres planos diferentes. La columna central está proyectada en hormigón y las otras cuatro en acero corten y cristal.
   
                                                  
                    La isla presenta una planta cuyo contorno estará basada en un signo emblemáticos para la civilización tradicional china, concretamente  el símbolo  del Invariable Medio (chung-yong), que es el lugar del equilibrio perfecto, de alguna manera, una imagen reflejada del Centro universal o «Pilar». Como veremos más adelante este símbolo aparece en la  Basílica del Pilar.  Este diseño es la matriz del ideograma «chung-kuo» que en los textos se traduce por china y que originalmente designaba a la provincia central, en la que residía el Emperador, y que era llamada “Reino del Medio”.
 Las piedras propuestas serán de la cantera de Fuendetodos, piedras utilizadas en la construcción del Puente de Piedra. Este material se caracteriza por resistir muy bien la erosión hidrográfica y además presenta inclusiones de caracolillos fósiles.
La columna central, de la que manará agua en su ápice, será construida de hormigón, de tal manera encofrado que permita darle una aspereza similar a la piedra de Fuendetodos. Está superficie rugosa permitirá con el tiempo crear una pátina de verdín vegetal.
Las cuatro columnas laterales son propuestas en acero corten, pátina de oxido, con las incisiones debidas para construir los diversos hexagramas que como un código binario conformaran su superficie.
Estas ventanas que conforman cada bit del hexagrama permitirá crear, mediante su cerramiento con cristal, una retroiluminación. De tal manera que podrán verse de noche con luces cambiantes de color.
El tamaño de las columnas, que podría ser variable conformándose al presupuesto, propongo que sea de 8 metros. La altura del muro que contornea la isla de +-2 metros.
En los dibujos y gráficos que añado en la presentación se puede apreciar otros detalles no explícitos.

Además de la memoria descriptiva de  este proyecto quisiera añadir algunos aspectos desconocidos que además de sorprendentes, nos  permiten vincular la fuente  con el monumento mas emblemático de Zaragoza que es el “Pilar”.  

 Aquí adjunto un enlace que explica esta vinculación: http://ahaba-abulafia.blogspot.com/2010/01/vestigios-taoistas-en-la-basilica-del.html

 Quiero hacer una observación preliminar para contextualizar este proyecto que debe verse desde el punto de vista que propone la filosofía tradicional, de tal forma que la obra de arte es un recordatorio en el sentido platónico de la palabra; la convocación de su belleza es hacia una tesis, hacia algo que ha de comprenderse, antes que gozarse.
 Esta perspectiva nos ayudará a entender los vínculos que he descubierto y que he expuesto en el Palacio de la Alfajería en el «I Congreso Internacional de Emblemática».  Se podría resumir diciendo que: En la estructura arquitectónica y ciertos ornamentos de la Basílica del Pilar de Zaragoza se encuentran elementos del  antiguo y primordial simbolismo chino, de tal forma que presenta los únicos vestigios Taoistas en un templo occidental. Estos signos además de ser, según la tradición china, los fundacionales y por tanto los más antiguos de su historia, son los más actuales y con toda seguridad los signos que determinarán el futuro en lo que respecta a las bases de la lógica y de la informática.  
Se puede decir que el Pilar es un eje temporal entre el pasado remoto y el futuro además de un eje espacial entre oriente y occidente.
En la Basílica del pilar aparecen dos tipos de signos de la antigua tradición china. Estos símbolos que comentaremos no son los únicos vestigios orientales que observamos, pues además el templo presenta una estructura arquitectónica general que esquematiza el mítico proceso cosmogónico expresado por Lao Tse y más detenidamente por el filósofo Shao-Young. 
  Uno de ellos es el que está formado por seis líneas alternativamente continuas y discontínuas. Nos referimos a los realizados mediante relieve en ladrillo y presentes en las paredes externas de los cimborrios  de las ocho cúpulas de las naves laterales. A pesar de ser ostensibles pasan inadvertidos hasta para los numerosos turistas orientales que visitan y fotografían la Basílica. Este símbolo pertenece a la antigua tradición  China, que atribuye su descubrimiento a una visión del emperador primordial  Fo-Hi, son signos  de base matemática binaria, representando los pares de opuestos-complementarios; uno-cero, ser-nada, yang-yin, masculino-femenino, luz-sombra, etc. Este signo es el que, con su complementario, figura en la bandera de Corea actualmente. En este contexto y rodeando el “Tai-I” representa el eje este-oeste.

       Este signo es más conocido en occidente por ser el último hexagrama del I-Ching, llamado Wei-chi. El  I-Ching traducido como el «Libro de las Mutaciones» es el más antiguo texto de la cultura china.  El libro fue traído a Europa por los misioneros Jesuitas, es profundo, misterioso y certero. Su origen mítico nos habla de que fue revelado a Fo-hi, emperador mítico que con su contraparte femenina, Niu-Kua, constituye el germen primordial de esta cultura  y la sabiduría que vehicula en sus símbolos constituye la esencia misma de la tradición extremo oriental.

  
                              

  
              En la tradicional cosmología china el universo está formado por el Tao, traducido por sentido, vía y que hace surgir una vez lo obscuro (yin) y una vez lo luminoso (yang). Lo luminoso y lo obscuro son las dos fuerzas primarias, designadas ya sea como dia y noche, firme y blando, siendo estas últimas calificaciones, las que se dan a los dos trazos del Libro de las Mutaciones, traducción del título I-Ching.
          En este concepción del universo, el Tao o Sentido consuma las imágenes primarias, constituyendo el Cielo o lo Creativo, y reproduciéndolas constituye la Tierra o lo Receptivo. Aquí lo creativo engendra la cualidad, y lo receptivo la cantidad. La denominación del sol es T'ai-Yang; lo luminoso grande,  y la de la luna es T'ai-Yin; lo obscuro grande. Lo creativo o Yang se simboliza mediante un trazo continuo   ▬▬▬, y lo receptivo o Yin mediante un trazo discontínuo o partido en dos  ▬  ▬, estas dos fuerzas fundamentales engendran por duplicación  o potenciación  las cuatro  imágenes, y estas a su vez los ocho signos o trigramas. Las permutaciones de estos ocho trigramas formarán los 64 hexagramas.



              Estos 64 hexagramas son los que figuran en las cinco columnas del monumento, debido a la forma constructiva en que están grabados, las caras contiguas representan los hexagramas opuestos y complementarios. Esta inédita forma de representación permite quede la mitad de ellos  (32) tengan su representación en las caras norte-sur, y los otros 32 en las caras este-oeste. 
El número de columnas, cinco en total, es el número del centro y de la suma del yang (3) y del yin (2). Este mismo número está representado tres veces en la estructura arquitectónica de la Basílica del Pilar.


Quizás el elemento que nos permite vincularlo con el «Agua», protagonista de esta exposición. Es que el carácter ideográfico para agua en chino antiguo figura en la Basílica, concretamente el trigrama «K’an». Este trigrama está formado por las tres líneas inferiores del hexagrama Wei-chi, que anteriomente hemos comentado, estas tres líneas son dos líneas discontínuas  yin que rodean a una línea continua yang central.


                      En el I-Ching se dice: «Los santos y sabios establecieron las imágenes con el fin de expresar totalmente sus pensamientos; representaron signos con el fin de expresar totalmente lo verdadero y lo falso.   Luego agregaron además juicios y así pudieron expresar sus palabras totalmente.»
    Es pertinente atender que el I Ching se basa en el cambio de dos números, (cifras) y los ordenadores personales usan hoy el mismo sistema, con el circuito de la corriente «abierto/apagado», representados más lógicamente por la tradición china, como linea continua el uno (▬▬▬); y como línea discontinua el cero  (▬  ▬), representando así conceptos que son   tratados así por la cibernética.
    Se ha hecho notar que las neuronas del sistema nervioso central de los seres humanos y de los animales superiores están sujetas a las mismas leyes. Son pasivas y activas sin diferenciar ulteriorrnente los estímulos que las activan. Una tradición afirma que los creadores del I Ching habían estudiado los 64 hexagramas para reflejar todos los fenómenos naturales.


           El sistema de numeración binario está basado posicionalmente por las consecutivas potencias de dos, de tal forma que el primer dígito es 2 a la potencia cero, el segundo es 2 a la potencia uno, el tercero 2 a la potencia dos, el cuarto 2 a la potencia tres y así consecutivamente. Esta serie se representa 1,2,4,8,16,32,64,etc. Como veremos esta secuencia de números es la que determina la composición de elementos arquitectónicos de la Basílica del Pilar. Esta presenta una cúpula central, dos cúpulas elípticas laterales, cuatro torres, ocho cupulillas con cimborrios octogonales, donde figuran 64 veces repetido el hexagrama Wei-chi, último de la serie del I-ching.  Apreciemos que en consonancia con estas secuencia que los números que nos faltan exteriormente, 16 y 32, se encuentran  en la Santa Capilla, de tal forma que a la columna de la Virgen la rodean  32 labras simbólicas realizadas en las 16 puertas de nogal y  le cubren las 32 esculturas de Ángeles, Doctores y Padres de la Iglesia que permanecen sobre el dosel de la  capilla.  Además  esta es soportada por 32 columnas de fuste cilíndrico de jaspe de Tortosa, piedra bastante similar a la columna de la Virgen.

  
                                


      Como también se puede ver en la imagen infográfica del proyecto, el surco espiraloideo del suelo, está basado en algunos primitivos diseños esgrafiados en piedra. El estudio hermeneútico de los signos prehistóricos, permite adivinar que este diseño lineal representa germinalmente el diseño de la pictografia para el “agua”.  


     El agua nace en el centro de un laberinto por el que discurre, para llegar al estanque. Como se vé en las fotos de laberintos, uno lo he esgrafiado yo en una laja de piedra en María de Huerva ,  otros están en Mogor (Pontevedra) y otro en Locmariaquer (Bretaña). Como vemos en la imagen, el recorrido efectuado por el agua desde el centro de la fuente, es el mismo que se haría si recorremos el laberinto tallado en la piedra y que a su vez se encuentra esgrafiado en esa roca prehistórica de Mogor.



      Como se aprecia en el dibujo, este laberinto está generado topológicamente por la rotación del más simple diseño de "greca". Si recorremos esta greca veremos que dibujaremos una S.  Este símbolo es la forma más sencilla de la doble espiral, y desempeña un papel extremadamente importante en el arte tradicional de los países más diversos, y concretamente en el de la Grecia arcaica. Como podemos observarlo en sus grecas ornamentales.  Algunos estudiosos del simbolismo han dicho justamente, que esta doble espiral puede considerarse como la proyección plana de los dos hemisferios del Andrógino. Así mismo ofrece la imagen del ritmo alternado de la evolución y de la involución, del nacimiento y de la muerte. Representan la manifestación y la misma revolución del mundo alrededor de su eje, pero bajo el doble punto de vista, es decir si lo observamos  respectivamente desde uno y otro de los dos polos; y estos dos sentidos de rotación expresan en efecto la doble acción de la fuerza cósmica de que se trata, doble acción que es en el fondo la misma cosa que la dualidad del yin y del yang  

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